martes, 27 de enero de 2009

Die Natch von Saragossa

Ni Gardel ni Goyeneche ni Lamarque ni Sosa ni ninguno de los tantos y tan inolvidables cantantes argentinos sospecharía de la existencia de Die Natch von Saragossa, un tango grabado en 1933 en la Alemania de Hitler que se convirtió en uno de los temas más populares de la orquesta de Emil Roósz en el Hotel Excelsior de Berlín, la metrópoli de la bauhaus y del expresionismo, de la euforia y de la tristeza, de la hiperinflación y de los grandes negocios, cuando la gente se divertía aún en cabarets y salas de baile.

Tampoco estaría yo escribiendo esta nota de no ser porque la traducción al español de título tan sugestivo no es otra que La noche de Zaragoza, ciudad al otro lado del charco en la que tengo mis amores más profundos, mis cariños más sentidos y mis afectos más consolidados.

El año en que ardió el Reichstag, el año en que Fritz Lang, Arnold Schönberg y otros prójimos hicieron sus maletas tras verle los colmillos a Hitler, Die Natch von Saragossa fue compuesta para que se bailara, con éxito arrollador, en los mejores salones de la capital. La guerra acabó sepultándola en el olvido y hoy solo conocen su existencia los coleccionistas de discos de pizarra de 78 rpm.

Podéis escucharla aquí -haciendo click sobre la flechita de la izquierda que apunta a la derecha- cantada por una celebridad, Agustin Egen, al que llamaban el Rudy Vallee de Alemania. Rudy fue el primero en grabar As time goes by, 13 años después de que se estrenara la inolvidable Casablanca de Bogart y Bergman.

Para mí, lo fascinante de la canción es el misterio de su título: ¿por qué Zaragoza?... ¿qué se dice de ella?... En realidad, nada. La verdad es que dice Zaragoza como podría decir cualquier otro lugar del mundo. Ni el nombre de la ciudad era necesario para la rima, ni la letra ofrece ninguna pista. Tal vez los autores tuvieran algún tipo de relación con la capital aragonesa.

El origen de la canción también es un tanto oscuro. Según la etiqueta del disco, se trata de una obra original de Frey y Wilczynski. El primero de ellos parece ser quien puso letra a algunas canciones populares y el segundo apellido apunta a un compositor de origen polaco, presumiblemente judío, muy conocido en la Alemania de la época, que compuso para las principales orquestas del momento.

En cualquier caso, Die Natch von Saragossa fue un éxito entre lo más selecto de la sociedad alemana, considerando que el Excelsior donde se tocaba era el hotel cumbre del lujo, con 600 habitaciones, 9 restaurantes y una biblioteca en la que cada día se podían leer 200 periódicos de todo el mundo. El partido nazi quiso convertirlo en el cuartel general de Hitler. El director del hotel rechazó la idea y acabó pagándolo caro. Pero eso fue después y es otra historia.

FOTO: Etiqueta del disco de pizarra publicado por el sello Kristall.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde un principio me pareció usted, muy simpatico, muy buena onda, ya les diré a las chicas que te inviten en las pizeadas que solemos hacer. Cariños.

Anónimo dijo...

La música de "Die Natch von Saragossa" es en realidad un "tango-vals", mucho más fácil de bailar. Estos "tango-vals" creo que fueron relativamente populares en aquella época y lugar.

Anónimo dijo...

Daniel Hübner, profesor de la Universidad de Zaragoza, ha realizado la traducción literal de la letra. Aunque hay alguna otra localidad dispersa por el mundo con el nombre de Zaragoza, la "Saragossa" conocida en la cultura alemana es, sin duda, la española, por más que la rima de la canción no ofrece ninguna pista.

Anónimo dijo...

Enhorabuna por notificarnos la existencia de este tango, me encanta y como a mí a todos los que estamos interesados en los temas de historia y cultura alemana. Yo desde que estuve en Berlín estoy enganchada.

Niki McGill dijo...

no me sale la opción para escuchar...
:(